[*** = en inglès. Traducción de Montserrat Martínez García revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]

Probablemente, las cualidades más distinguidas de la escritura de Carlyle sean su uso de imágenes memorablemente raras o grotescas y de metáforas inventadas para introducir y apoyar sus argumentos. El siguiente pasaje es un ejemplo contundente de esta imaginería característica así como de la cualidad inequívocamente discursiva de su prosa. Aquí, Carlyle evalúa satíricamente el estado de un mundo en el que el honor ya no se atribuye en función del mérito.

Un mundo que ha dejado de ser habitable para la gente pacífica; un mundo que en estos días tristes estalla en barricadas callejeras y que rechaza con bastante premura a sus 'hombres honorables' igual que se expulsa a los perros intrusos con un hervidor atado a su rabo. A los reyes, los Kaisers, los Papas espirituales y los sagrados Padres se les grita universalmente, “¡Lárgate!, ¡Márchate, vete con tu padre!” con una terrible voz mundana cargada de mosquetería infame y de negra execración, cuya fealdad excede todo lo anteriormente escuchado.

Preguntas

¿Por qué Carlyle usa la imagen de un perro con un hervidor atado a su rabo para describir el trato que reciben por parte de la sociedad los hombres a quien se estima?

Las imágenes de perros extraviados, de hollín, de barricadas callejeras y de “mosquetería infame”, todas ellas pertenecen al lenguaje de la ciudad industrializada. ¿Cómo afecta el uso de este lenguaje al modo en el que el lector ve el argumento de Carlyle?

A menudo, en el clímax de un pasaje, Carlyle emplea palabras inventadas o separadas con guiones como “voz mundana” y “mosquetería infame”. ¿Qué efecto tiene esto en el ritmo de su prosa y la fuerza de su argumento?

A lo largo del ensayo, Carlyle inventa citas como “¡Lárgate!” (N. del T.: en el original la expresión que Carlyle utiliza es “Apage!”, un término griego antiguo para ordenar a alguien que se marche) que atribuye al lector o al público en general. ¿Son éstos tan efectivos en la escritura como podrían serlo en la lengua oral?


Thomas Carlyle

Modificado por última vez el 25 de septiembre de 2003; traducido el 27 de noviembre de 2012