[Traducción de Adriana Osa revisada y editada por Esther Gimeno y Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]

¿Qué es lo que quieres comprar? -le preguntó a fin la oveja, levantando la vista de su labor.

Aún no estoy del todo segura -le contestó Alicia muy cortésmente-. Si me lo permite querría mirar antes todo a mi alrededor para ver lo que hay.

Puedes mirar enfrente de ti, y también a ambos lados, si gustas replicó la oveja-, pero no podrás mirar todo a tu alrededor... a no ser que tengas un par de ojos en la nuca.

Y, en efecto, como ocurría que Alicia no tenía ninguno ahí, tuvo que contentarse con dar unas vueltas mirando lo que había en los anaqueles a medida que se acercaba a ellos.

La tienda parecía estar repleta de toda clase de curiosidades... pero lo más raro de todo es que cuando intentaba examinar detenidamente lo que había en algún estante para ver de qué se trataba, resultaba que estaba siempre vacío a pesar de que los que estaba a su alrededor parecían estar atestados de objetos.

!Las cosas flotan aquí de un modo...!- se quejó al fin, después de haber intentado en vano perseguir durante un momento un objeto brillante y grande que parecía unas veces una muñeca y otras un costurero, pero que en todo caso tenía la virtud de esta siempre en un estante más arriba del que estaba examinando-. Y ésta es desde luego la que peor de todas se porta... pero, !vas a ver!- añadió al ocurrírsele súbitamente una idea-: Voy a seguirla con la mirada hasta que llegue al último estante y luego, !vaya sorpresa que se va a llevar cuando tenga que pasar a través del techo!

Pero incluso esta estratagema le falló: la "cosa" pasó tranquilamente a través del techo, como si estuviera muy habituada a hacerlo.

Este pasaje demuestra la esencia de la literatura fantástica como aparece tanto en Alicia en el País de las Maravillas (Alice’s Adventures in Wonderland) como en Alicia a través del espejo (Through the Looking-Glass and What Alice Found There) de Lewis Carroll. Según "Fantasy and Conceptions of the Real" () (Landow), las fantasías se pueden distinguir de otros estilos de narrativa por el “problema del saber.” La literatura fantástica reta continuamente el conocimiento del protagonista (y del lector ) de lo que son las reglas básicas o de lo que se puede asumir. Esta inseguridad característica de la fantasía debe penetrar en todos los aspectos de la historia, incluyendo el marco espacio-temporal, los personajes y el argumento. Al principio, la frase “querría mirar antes todo a mi alrededor” no transmite la información que Alicia quiere transmitir. Ella asume que la oveja entenderá su comentario como que quiere dar una vuelta por la tienda ’algo que el lector ya ha hecho’; la oveja, sin embargo, toma sus palabras de forma literal. Más aún, la oveja entiende que Alicia quiere permanecer quieta a la vez que ve todo lo que la rodea al mismo tiempo. Esto no es sólo una interpretación de sus palabras que Alicia no tenía en mente, sino que además se enfrenta a las convenciones de la conversación que tiene el lector.

Lo que rodea a Alicia en este pasaje es también muy precario. La oveja, el mostrador y el suelo de la tienda son como deben ser ’teniendo en cuenta las “reglas básicas” de la gravedad y de los objetos sólidos’; sin embargo, los objetos que están en las estanterías flotan de aquí para allá. A pesar de lo irracional de la situación, Alicia se adapta rápidamente a las nuevas reglas y trama un plan para atrapar el objeto que desea forzándolo a ir hacia el techo donde, según las reglas de su mundo, no podría escapar. Sin embargo, la racionalidad de Alicia es inútil en esta tienda: los objetos no tienen ningún problema para traspasar el techo.

Incluso en los detalles más pequeños de esta experiencia en la tienda, las convenciones entran en colisión con una nueva realidad y las viejas normas han de ser abandonadas. Cuando Alicia quiere investigar el contenido de las estanterías se acerca a ellas (asumiendo que cuanto más cerca esté, más detalles verá) y se encuentra con que cuanto más fija la vista, menos ve. Además, el objeto específico que persigue no es específico, sino una combinación fluctuante de dos objetos no relacionados entre sí: una muñeca y un costurero. Tras esta escena, parece increíble que Alicia pueda permanecer en un mundo en el que nada se sabe con certeza y donde la más habitual de las tareas se vuelve imposible.

A pesar del ambiente en constante cambio, Alicia sigue haciendo frente a los retos que se encuentra por el camino. Ningún tipo de experiencia previa en el País de las Maravillas puede ayudarla a prever cuál será su próxima aventura. Aún así, Alicia logra salir de cada encuentro preparada para enfrentarse a nuevas situaciones que la hagan replantearse lo que “sabe.”


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Last modified 28 June 2008; traducido 18 January 2010