[•• = Este material está disponible sólo en Inglés Traducción de María Álvarez, revisada y editada por Belén Piqueras. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]

Como en la novela de Charles Dickens, Little Dorrit (1857), Aurora Leigh (1857) de Elizabeth Barrett Browning mantiene que la sociedad impone prisiones a sus miembros, y que superar la estancia en estas prisiones requiere una gran fuerza de voluntad, mucha sabiduría, y el aprecio por el verdadero amor y la amistad.

La voz de Romney Leigh nos presenta la prisión en la que la sociedad mantiene encerrada a Aurora:

                                This same world
 
 Uncomprehended by you must remain
Uninfluenced by you. Women as you are,
Mere women, personal and passionate,
You give us doting mothers, and chaste wives.
Sublime Madonnas, and enduring saints!
We get no Christ from you, — and verily
We shall not get a poet, in my mind. [p.44]

Aurora sirve como ejemplo para que Barrett Browning exponga el confinamiento de la mujer por las injustas reglas de la sociedad. Desde el principio del poema vemos que la sociedad desafía la determinación de Aurora de convertirse en poeta, y que el peso de dicho desafío es tal que ella se arriesga a no proseguir con ese talento. Marjorie Stone explica la visión social contemporánea que se oponía al surgimiento de las mujeres poetas:

Puesto que la gente de la época Victoriana veía la poesía épica, filosófica y satírica como pertenecientes al dominio masculino, pero la novela se consideraba más apropiada para escritoras femeninas… la novela no requería o mostraba el conocimiento de los modelos clásicos sin limitaciones de la mayoría de las mujeres… y la novela era menos subjetiva que la lírica y las formas predominantes de poesía confesional y, por lo tanto, más congruente con el papel de personaje discreto impuesto a las mujeres Victorianas. (Marjorie Stone refiriéndose al experimento de género de Browning en Aurora Leigh).

El predicamento de Aurora nos presenta la lucha de las mujeres artistas de la época Victoriana, específicamente de las poetas, por trabajar y triunfar en una atmósfera hostil al logro de sus metas. Las mujeres contemporáneas interiorizaron el “prejuicio anti-femenino” al que se enfrentaban en cada momento (“Aurora Leigh, Feminidad y Clase) y así contribuyeron a la construcción de dichas “prisiones” sociales. Como observa Jason Isaacs, “Aurora Leigh muestra que las mujeres se hacen daño a sí mismas al aceptar concepciones patriarcales y androcéntricas de sí mismas”.

Aurora afirma perspicazmente, “What you love,/Is not a woman, Romney, but a cause/you want a helpmate, not a mistress sir /a wife to help your ends… in her no end!…” (p.50) Romney Leigh no sólo es quien ejecuta las fronteras de la prisión de Aurora, sino que él mismo vive en su propia prisión. Dedica su vida a esfuerzos filantrópicos, olvidándose de reconocer a su verdadero yo.

Como los personajes de Dickens, Aurora no ha elegido convertirse en prisionera. La sociedad en la que estos personajes han nacido facilita su reclusión: si el lector necesita un recordatorio obvio, Dickens crea la prisión física de Marshalsea, el lugar de nacimiento de la pequeña Dorrit. Sin embargo, los personajes han de elegir escapar si quieren liberarse a sí mismos. Claramente, Aurora posee la fuerza de voluntad necesaria:

Perhaps I am not worthy, as you say
. . .perhaps a woman's soul
Aspires, and not creates! yet we aspire,
And yet I'll try out your perhapses, sir;
And if I fail. . .why, burn me up my straw
Like other false works — [p.53]

                                 
I can live 

At least my soul's life, without alms from men, 

 And if it must be in heaven instead of earth,
Let heaven look to it, — I am not afraid. [p.59]

Los personajes de Dickens parecen menos dispuestos y menos capaces de lograr esta victoria. Permanecer en su estado de encarcelamiento parece a menudo más atractivo que armarse del valor suficiente para cambiar: “Crushed at first by his imprisonment, he had soon found a dull relief in it. He was under lock and key; but the lock and key that kept him in, kept numbers of his troubles out" (103). Las dificultades para lidiar con la realidad hacen que los personajes más débiles se rindan ante sus poderosas prisiones.

La tesis de Barrett Browning de que el verdadero amor debe existir para que uno se libere de su propia prisión con éxito, se refleja en este pasaje:

How dreary 'tis for women to sit still

 On winter nights by solitary fires,
And hear the nations praising them far off,
Too far! ay, praising our quick sense of love,
Our very heart of passionate womanhood,
Which could not beat so in the verse without
Being present also in the unkissed lips,
And eyes undried because there's none to ask
The reason they grew moist.. . .
Who loves me? [171, 175]

Aurora conoce el éxito, y sin embargo sabe que necesita el amor y el respeto de alguien más. Sabe que necesita alguien de igual fuerza y voluntad con quien compartir su vida. Aurora y Romney reconocen su necesidad por el otro, pero sólo después de que cada uno haya crecido y experimentado cambios. Jason Isaacs concluye “Sólo cuando ambos puedan liberarse de las estructuras conceptuales que los oprimen puede [Aurora] convertirse completamente en la mujer, esposa, y poeta que quiere ser”.

Las tesis de que la sociedad crea prisiones, y de que uno triunfa sobre estas sólo con esfuerzo y con amor son comunes a Little Dorrit y Aurora Leigh. La conclusión a la que llegan tanto Dickens como Barrett Browning parece reflejada en un extracto de Aurora Leigh: "Ultimately, it reveals the insufficiency of artistic ambition and success to make up for the lack of love on which they depend." (Laurelyn Douglas, "The Woman Question, The Problem of Love, and Aurora Leigh”).


Modificado por última vez 1993

Traducido 8 julio de 2016