[Traducción de Susana Sánchez Renieblas revisada por Asun L�pez-Varela revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]

Henry James, se refería a Walter Pater como «la máscara sin cara» (228), y no le faltaba razón. Detrás de los personajes y las personae de Pater, su personalidad surge como un enigma. La falta de documentación personal ha animado a los críticos a interpretar sus obras como fragmentos autobiográficos (Donogue, Monsman et al.). Sin embargo, un análisis algo más directo, confirma que sus obras consisten en su ideal del «yo»: son la perfecta máscara tras la que se agazapa, mejor definido en sus propias palabras: «el ilusivo, inescrutable, e inconfundible «yo».

Walter Horatio Pater nació el 4 de agosto de 1839 cerca de Stepney, en Londres. La infancia de Pater fue ensombrecida por la muerte prematura de sus padres. Es probable que estas pérdidas le influyeran en su preocupación personal por «la horrible brevedad» de la vida (Renaissance, 152). El efecto inmediato fue que Pater y sus hermanos, William, Hester y Clara, se trasladaran a vivir con su tía Margaret a Tunbridge Wells, en Kent. Eran una familia de clase media-baja, con suficiente dinero para enviar a Pater a la cercana escuela de King.

En 1858, se le concedió una beca para estudiar en el Queen's College, de la Universidad de Oxford. Sus estudios anteriores habían sido bastante mediocres, pero fue precisamente durante este período de tiempo cuando se encontró con ideas y personas que determinarían su futura ideología estética. Oxford, en aquella época era el gran centro del fervor intelectual. Mathew Arnold y John Ruskin establecieron nuevos (y seculares) términos relacionados con el arte y la cultura. Supusieron importantes inspiraciones para Pater y éste se comprometió con sus ideas durante el resto de su carrera mostrando a veces cierto desacuerdo. Resistiendo esto, Ingram Bywater recuerda que William Wolf Capes, profesor de historia de Pater, provocó un efecto definitivo en el enfoque de su pensamiento. Capes señalaba modelos alternativos en el Continente, más allá de Oxford: «sus conferencias eran enriquecidas con brillantes y atractivas asimilaciones de los últimos trabajos de la literatura francesa, alemana e incluso escandinava». (236). Pater tuvo la oportunidad de aprender alemán y comenzó a leer obras del Siglo de las Luces alemán durante sus largas vacaciones entre 1859 y 1862, alojándose en Heidelberg con sus hermanas y su tía Bessie. De ahí en adelante, «le dedicó mucho tiempo a los teóricos estéticos alemanes tales como Wincklemann, Lessing, Goethe, Hegel, cuyas especulaciones encajan con su espíritu meditabundo» (Johnson 364).

Estos intereses extra-curriculares, pronto reportaron beneficios. Tras varios intentos de alzarse con una posición académica, «fue elegido para optar a la beca en Basenose (Universidad de Oxford) en 1864 por su conocimiento acerca de la filosofía alemana» (Ward 25). Pater rápidamente se concibió a sí mismo como alguien ruin aunque a la vez poco amenazador. Se convirtió en el núcleo del grupo de debate agnóstico, el club de la Old Morality, fundado por Swinburne unos años antes. Oxford toleró su crítica al cristianismo, incluso su noción sobre el Nuevo Epicureísmo, siempre y cuando fuera específico. La publicación de su obra «Estudios en la historia del Renacimiento» (texto in ingles), en 1873 cambió irrevocablemente esto. Su subversiva conclusión (texto) se atrevió a sugerir que:

El final no es el fruto de la experiencia, sino la experiencia en sí misma ( . . . Quemar siempre con esta fuerza, como la llama de una piedra semipreciosa, y mantener este éxtasis, es el éxito en la vida. (152).

Este pasaje causó furor entre la prensa más conservadora que se ocupaba permanentemente de mancillar la carrera de Pater. Un crítico tildó su estética de «despiadado diletantismo» (Whistler 108). La respuesta de la clase dirigente de Oxford complicó si cabe, más las cosas. Jonathan Wordsworth, miembro también de la junta universitaria en Brasenose, le acusó de haber desprestigiado a la Universidad, a través de una carta en la que afirmaba estar representando «a la mayoría de sus contemporáneos» (19-21).

¿Y de qué iba todo este escándalo? Por nuestros estándares actuales es difícil ver cómo Pater pudo traspasar los límites morales. El Renacimiento, constaba de varios ensayos sobre las figuras que bajo la perspectiva de Pater, definían el Renacimiento como una sensibilidad. �l usó estos ensayos para explorar su propio cumplimiento y para tratar de dar una definición universal de arte. La conclusión fue el elemento de conflicto. En ella, el argumento de Pater de que «la experiencia en sí misma es el final» se contradecía directamente con la idea cristiana de la valoración del cielo. Surge así una implicación más allá, a la que uno debe llegar para realzar la calidad de cada momento de la vida por su naturaleza fugaz, con olor al desenfrenado hedonismo en el ambiente contemporáneo de la reserva moral. Y, por supuesto, su lenguaje sexuado: («éxtasis, «pasión», etc.) exacerba esto más si cabe.

Pater se sintió herido por la reacción algo violenta de la crítica hacia su obra «The Renassaince», Ocurrió doce años antes de que publicara su siguiente obra, Marius the Epicurius (Mario el Epicúreo (1885) . Al igual que sus anteriores obras, -«Imaginary Portraits» (Retratos imaginarios) (1887), «Appreciations: With an Essay on Style» (Apreciaciones: con un ensayo sobre estilo) (1889), y «Plato and Platonism» (Platón y el Platonismo) (1893) . puede ser concebido como un intento de ampliar y reformular ideas esbozadas anteriormente en «The Renassaince». Su eterna búsqueda para definir a raison d'etre, basada en el individuo y en la experiencia estética más que en la metafísica, es fundamental para esto. Aún así, estos últimos trabajos transmiten una vuelta atrás a «The Renassaince». En comparación, su lenguaje es comedido, incluso estéril. Carecen de la contagiosa «pasión» y del «éxtasis» que en The Renassaince encarna de un modo destacado, la conciencia de la que habla.

Si la obra de Pater resulta más escasa que la del resto de escritores victorianos, se debe en general, a que la mayor parte de su tiempo lo dedicó a la enseñanza. Era un maestro popular y modesto. Su gran cantidad de amigos universitarios, incluían a Oscar Wilde, Arthur Symons, Edmund Gosse y Gerard Manley Hopkins. Ellos confirman que él les animó mucho en su momento (la mayoría de las veces si haberlo solicitado) a cambio de lo cual ellos se adhirieron a sus ideales estéticos y escribieron críticas positivas de sus obras. Otro de sus jóvenes amigos, W.B. Yeats, escribiría posteriormente, «nosotros observábamos conscientemente a Pater a través de nuestra filosofía» (302). Estas amistades- así como los flirteos algo controvertidos de Pater, - le permitieron una vida limpia y carente de incidentes. Algunos podrían tacharla incluso de «casi incolora», como Pater describía la vida de Botticelli (Renassaince 33). Aunque yo no iría tan lejos ya que debe tenerse en cuenta que a Pater realmente le gustaba la rutina: se enorgullecía de una rigurosa rutina que se basaba en dar clase por las mañanas, escribir por las tardes, e irse a dormir temprano. Aparte de un período de tiempo en el que vivió en Londres (1885-1888) vivió durante todo el resto de su vida adulta en Oxford con sus hermanas.

Murió el 30 de julio de 1894, después de una corta enfermedad, dándose cuenta del latente miedo a una muerte prematura, la misma que tiñó sus obras Marius y Renaisance . Tan sólo tenía 54 años. Gaston de Latour , concebida como una secuela de Marius, quedó inacabada. La muerte de Pater simboliza el principio del fin del movimiento estético: poco tiempo después, Oscar Wilde fue encarcelado y The Yellow Book (El libro amarillo) , dejó de publicarse.

La crítica hacia la vida póstuma de Pater, varió según las distintas modas. Surgió un interés por su obra con motivo de la publicación póstuma de la obra Greek Studies (1895) , Miscellaneous Studies (1895) y Essays from The Guardian (1910) , así como dos biografías bastante rocambolescas, escritas por Thomas Wright and A.C Benson respectivamente. Sin embargo, el advenimiento de la Nueva Crítica (New Criticism) le consignó al mundo literario junto con otros literatos victorianos. Por desgracia, pasaron décadas antes de que el trabajo de Pater comenzara a ser de nuevo un foco de atención. Harold Bloom, un admirador casual de Pater, afirmó que el interés por su trabajo continuaba sufriendo desde la crítica de T.S Eliot (431-43). Durante los siguientes quince años, se produjo el resurgimiento del interés por sus escritos. Su conexión con Wilde fue una de las claves de este interés. El renacimiento de Wilde como un icono gay estableció las bases para nuevas lecturas teóricas de Pater. Ian Small, por nombrar algún crítico, presentó un convincente argumento sobre la homosexualidad de Pater. Ciertamente él se comprometió con intensidad con amistades efímeras con hombres jóvenes, incluyendo al artista Simeon Solomon, que sería posteriormente encarcelado acusado de sodomía. Pero al igual que mucha de la vida privada de Pater, esto quedó en la esfera de meras conjeturas.

La personalidad de Pater, se mantiene esquiva aunque con ciertos intentos de deshacerse de su máscara. Pero entonces, fue el mismo Pater quien diseñó dicha dicotomía, tomándose la libertad de «borrarse» a sí mismo. Para frustración de sus biógrafos, Pater no guardó ningún diario ni escribió demasiadas cartas, a las que consideraba «pobres medios para comunicarse» (Letters 123). Existen semanas, incluso meses, en los que parece desaparecer de la historia, como Watteau en «Imaginary Portraits». Una conferencia que ofreció en 1890, proporciona cierta luz a esto: «(Prosper) Mérimée's la estupenda eficacia personal, su impersonalidad (. . . ) llega a ser una cualidad notablemente peculiar de la belleza literaria» (Miscellaneous studies, 24 ). En otras palabras, el logro de Mérimé es vencer la idea habitual de que la personalidad del artista es inherente a su obra artística. Eso implica que la personalidad del artista se alejaría de revelar la «peculiar» cualidad estética. �sta única aspiración es la que caracterizó el trabajo de Pater. �l se permitió autodestruirse. Fragmentos de su autobiografía se funden con sus ídolos y con su imaginación, haciendo que no exista distinción entre ellos.

Sin embargo, una curiosidad del Pater «real», se sustenta por la incongruencia entre su vibrante filosofía sobre la vida y su tranquilo y modesto estilo de vida. Hay, creo, un sentido en el que Pater vivió su vida, impedido por su timidez, desde la realidad de sus escritos. �l es un Walter Mitty victoriano que se aventura fuera de las ataduras sociales en la imaginación de su época. Existe otra posibilidad: que las implicaciones del Nuevo Epicureísmo de Pater o «hedonismo», «éxtasis» y «pasión», sean algo más sutiles. �l se refiere a un estado de receptividad desmesurado más que a la búsqueda del placer. En cada uno de sus trabajos, Pater se preocupó por la última raison del'tre del hombre en el mundo moderno. Creo que Pater ubica esta raison de'tre en la experiencia de vivir, y ésta, en la continuidad de su legado.

Obras Citadas

Bywater, Ingram. "Some Oxford Memories of the Pre-Aesthetic Age." The National Review. 24. London, October 1894.

Donoghue, Denis. Walter Pater: Lover of Strange Souls. New York: Alfred A. Knopf, 1995.

Eliot, T.S. "Arnold and Pater." Selected Essays. London: Faber and Faber, 1968. 431-443.

James, Henry. The Letters of Henry James. James Lubbock, ed. Vol I. London, 1920.

Johnson, Lionel. Fortnightly Review. 56. London, September 1894.

Pater, Walter. "Diaphaneitè." The Renaissance (1873). Oxford: OUP, 1998. 154-158.

_____. Letters of Walter Pater. Lawrence Evans, ed. Oxford: OUP, 1970.

_____. Miscellaneous Studies. London: Macmillan, 1928.

_____. The Renaissance. 1873. Oxford: OUP, 1998.

Ward, Anthony. Walter Pater: the Idea in Nature. London: MacGibbon & Kee Ltd, 1966.

Whistler, Sarah. "Pater, Rio and Buckhurdt." Walter Pater: The Critical Heritage. R.M. Seiler, ed. London: Routedge, 1980. 97-108.

Wordsworth, Jonathan. Letter to Pater. Letters of Walter Pater. Lawrence Evans, ed. Oxford: OUP, 1970.

Yeats, W.B. Autobiographies. London: Macmillan, 1955.


Autores Walter Pater

Modificado por última vez el 15 de noviembre 2005; traducido 6 de enero de 2011