[Adaptado de Tipos victorianos, sombras victorianas: la tipología bíblica en la literatura, el arte y el pensamiento victoriano, 1980. Traducción de Montserrat Martínez García revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]

La transferencia directa de los argumentos, la imaginería y el procedimiento de los sermones tipológicos a la crítica del arte representa uno de los modos por los cuales un filósofo victoriano podía emplear la tipología. Otra influencia de esta forma de simbolismo sobre los escritos filosóficos aparece en aquellas obras que interpretan acontecimientos contemporáneos en la misma medida en la que los predicadores glosan los antiguos hechos bíblicos.

Según Pasado y presente (1843), toda historia, y no sólo la detallada en la Biblia, se basa en la revelación divina: «Los hombres creen en la Biblias, y descreen de ellas: pero de todas las Biblias, lo más espantoso es descreer de esto, «La Biblia de la historia universal». ésta es la Biblia eterna y el libro de Dios, «en el que todo hombre nacido», hasta que se extingan en él su alma y su vista, «puede y debe, con sus propios ojos, ver la escritura ¡del dedo de Dios! Desacreditarlo es una infidelidad como ninguna otra» (10. 240). Dos acontecimientos, en particular, exigen ser leídos para que los hombres puedan captar los fragmentos de la revelación divina: la Revolución francesa y la masacre de Peterloo. De hecho, el capítulo tercero de Pasado y presente recuerda a sus lectores que en «todos los corazones que presenciaron Peterloo permanece escrito, como en letras de fuego o caracteres de humo prontos a convertirse de nuevo en fuego, una cuenta balance legible de la inquietante venganza, muy injusta y muy exageradamente equilibrada como es el caso de tales relatos, pero a primera vista remunerable con ¡plenos intereses compuestos! Tales cosas deberían evitarse como ¡la propia pestilencia!» (10. 16-17). El único camino por el que una sociedad puede evitar tal acuerdo terrible por medio de la sangre y del sufrimiento, dice Carlyle, es comprender que Dios ha escrito en el libro de la historia antes de que las advertencias se convirtieran en juicios. Como señala en «Cartismo» (1839), la historia de la Francia revolucionaria contiene múltiples lecciones bíblicas para el lector inglés: «Francia es un ejemplo elocuente en todos los aspectos. Aristocracias que no gobiernan, sacerdotes que no enseñan, la miseria de esto y la miseria de su alteración, están escritos en las letras de fuego de Baltasar sobre la historia de Francia» (29. 161-2). El quinto capítulo de El libro de Daniel relata que el dedo de Dios escribió una sentencia acerca de Baltasar, hijo de Nabuconodosor, en letras de fuego sobre las paredes de su palacio, y Carlyle, que se encuentra en el papel de Daniel y de Jeremías, intenta advertir a sus contemporáneos para que no tengan que sufrir por sus pecados.

Bibliografía

Landow, George P. Tipos victorianos, sombras victorianas: la tipología bíblica en la literatura, el arte y el pensamiento victoriano. London: Routledge & Kegan Paul, 1980 [Texto íntegro/Full text].


Modificado por última vez en 1998; traducción 1 el mai de 2011