[Traducción de Montserrat Martínez García revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]


La trama en torno a los huérfanos, los abandonos, la auto-compasión y los cuentos de hadas

Durante más de medio siglo, los estudiantes de Dickens han enfatizado la importancia crucial del periodo traumático que vivió cuando sus padres de repente le sacaron de la escuela y del entorno más o menos amable de la clase media, le obligaron a vivir apartado de su familia, y a trabajar en la fábrica y en el almacén Warren dedicado a la producción de betún. Como Walter Allen señala, esta experiencia tuvo una influencia crucial en (1) la insistencia del escritor sobre los huérfanos y los niños abandonados, (2) la auto-compasión que destila en muchas de sus obras, y (3) los argumentos sobre los cuentos de hadas:

El episodio de la fábrica de betún no justifica la genialidad de Dickens, pero sí creo que explica algunas de las formas que su genio asumió, al arrojar luz sobre gran parte de aquello que en otras condiciones resultaría desconcertante tanto en su arte como en su vida. Aclara por qué con tanta frecuencia nos encontramos con la figura del niño perdido, perseguido o desamparado en el corazón de sus novelas: Oliver Twist, la pequeña Nell, David, Paul Dombey, Pip, y sus parientes cercanos, Smirke y Jo, en La casa desolada. También esclarece por qué su rescate, cuando ocurre, se parece tanto al final propio de los cuentos, cuyo resultado a veces se denomina como un buen deseo, de igual modo que las muertes de la pequeña Nell, Paul Dombey y de Jo son dramatizaciones de su propia auto-compasión. Y dilucida el estado de ánimo que domina en el mundo que Dickens ha creado, el cual se caracteriza por no aceptar en absoluto y con buen humor las cosas, sino por ser una condición anímica marcada por la pesadilla, una mezcla de melodrama morboso y comedia salvaje, que de vez en cuando se ve aliviado por esa alegría irreflexiva presente en lo absurdo y en lo cómico [Allen, 166].

[Allen, 166].

Alexander Welsh argumenta asimismo:

La memoria secreta del almacén de betún dice mucho de la vida y la ficción de Dickens. Explica parcialmente por qué, en la mitad de su éxito con Pickwick, comenzó un cuento de hadas sobre el niño del asilo (workhouse), Oliver Twist. Explica la vena autocompasiva que aflora una y otra vez en las novelas, y en particular, el sentimiento infantil de que si hubiera muerto o tomado el camino incorrecto, habría satisfecho a los adultos [4].

El episodio de Warren y el lado oscuro de las obras de Dickens

Bebiendo de las profundidades del psicoanálisis, Welsh explica más detalladamente que este episodio también ilumina el lado más oscuro de las novelas de Dickens, incluido el uso de la figura del doble (Doppelgänger). Según Freud, “el sufrimiento provoca la agresión en el sujeto, lo que a su vez induce a la culpabilidad”, aspecto apreciable en su fragmento autobiográfico donde Dickens revela sus sentimientos violentos y su rechazo hacia sus padres:

“No escribo con resentimiento o con ira, puesto que sé que todos estos sentimientos han trabajado conjuntamente para hacer de mí mismo lo que soy, pero nunca he olvidado esto ni nunca lo olvidaré; nunca puedo deshacerme del recuerdo de que mi madre no quisiera que yo regresara”.

La culpa por albergar tanta indignación se convierte en una especie de resultado sobre el episodio. La agresividad y la culpa, a menudo inconsciente, alimentan el denominado lado oscuro de la ficción de Dickens [4-5].

¿Por qué Dickens escribió sobre el episodio en Warren y por qué eligió un momento concreto para hacerlo?

El crítico psicoanalítico Albert D. Hutter llama la atención sobre la cuestión esencial de que no deberíamos tomar el episodio de la fábrica aisladamente, sino emplazarlo dentro de la estructura de desarrollo de la vida y la trayectoria del escritor. En otras palabras, no son los acontecimientos traumáticos en sí mismos los que cuentan, sino lo que Dickens el escritor hizo con ellos. En la estela de Hutter, Welsh elabora por tanto estas preguntas cruciales

Tal como sucedió, Dickens escribió su relato de abandono cuando estaba trabajando en Dombey e hijo y en David Copperfield. Aquí, Welsh sostiene convincentemente,

En esta época de su vida, Dickens quería que se conociera el almacén de betún, porque desde su punto de vista este episodio le confería cierto reconocimiento personal… La queja de Dickens casi sonaba a jactancia cuando decía “de no ser por la misericordia divina, me podría haber fácilmente convertido, si no hubiera sido por algunos cuidados recibidos, en un pequeño delincuente o vagabundo”.

No soy ni he sido jamás un vagabundo, nos está diciendo, y esto es algo que sólo puedo atribuir a mis propios méritos y a los de nadie más [6].

Lecturas sugeridas

Allen, Walter. The English Novel. Publicado por primera vez en Garden City: Doubleday Anchor.

Horsman, Alan. "Introduction." Dombey and Son. Oxford: Clarendon P, 1974.

Hutter, Albert D. "Psychoanalysis and Biography: Dickens Experience at Warren's Blacking." Hartford Studies in literature 8 (1976): 23-37.

Patten, Robert L. " Autobiography into Autobiography: The Evolution of David Copperfield." Approaches to Victorian Autobiography. Ed. George P. Landow. Athens, Ohio: Ohio UP, 1979. 269-291.

Pratt, Branwen Bailey. "Dickens and Father: Notes and Family Romance." Hartford Studies in literature 8 (1976): 4-22.

Welsh, Alexander. From Copyright to Copperfield: The Identity of Dickens. Cambridge: Harvard UP, 1987.


Modificado por última vez 14 de octubre del año 2002; traducido el 14 de febrero de 2012