[Traducción de Montserrat Martínez García revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]

John Newton, nacido en 1725, fue el autor principal de los Himnos Olney. A la temprana edad de 11 años, su padre inculcó a John el estilo de vida de un marinero. Siete años después, John Newton fue obligado a ingresar en la Armada Real. Posteriormente, abandonó la Armada Real y fue vendido a un barco de esclavos en el que llevó una vida muy parecida a la de un esclavo. A pesar de comprender la penosa situación de un esclavo, llegó a convertirse en el capitán de su propio barco de esclavos. Al final, llegó a darse cuenta de la inhumanidad de sus acciones y dejó su vida como capitán de un barco de esclavos para ser ordenado sacerdote de la Iglesia de Inglaterra en 1764. Ese mismo año, publicó Una narrativa auténtica en la que detallaba sus hazañas como comandante de un buque de esclavos.

En el prefacio de su obra más famosa, Los himnos Olney, Newton explicaba su motivación por la gestación de la obra:

Un deseo de promover la fe y el bienestar de los cristianos sinceros, aunque este aspecto fundamental no fue el único motivo de la empresa. Su composición se concibió igualmente como un monumento para perpetuar el recuerdo de una amistad íntima y entrañable (a)

La amistad a la que Newton se refiere no es otra que la de su amigo y colaborador en el proyecto, William Cowper.

Los himnos Olney están divididos en tres libros:

Newton es muy específico sobre la función del contenido de los Himnos constatando en el prefacio, «Deberían ser himnos, no odas, si han sido diseñados para el culto público, y para el uso de la gente normal». Se debe prestar especial atención a la perspicuidad, la simplicidad y la tranquilidad y si se admite la imaginería y el colorido de la poesía, deben considerarse escasamente y con gran juicio» (a2).

El primer libro, Sobre los pasajes selectos de la Escritura, contiene la mayor cantidad de material referente a la tipología bíblica junto con figuras del Antiguo Testamento como Abel escuchando la premonición de la venida de Cristo. En el himno dedicado a Caín y Abel, el himno afirma,

Of Abels, whom the Cain's have kill'd
Thus JESUS fell - but oh! his blood
Far better things than Abel's cries;
Obtains his murd'rers peace with GOD,
And gains them mansions in the skies. [3]

[De Abeles, a quienes Caín ha asesinado
Así la caída de Jesús — pero ¡oh! Su
Muchas cosas mejores que los gritos de Abel
Obtiene de Dios la paz para sus asesinos
Y gana para ellos mansiones en los cielos]

Otros individuos incluyen a los profetas bíblicos como Arón que sirven como tipos con respecto al anti-tipo de Cristo:

The true Aaron — "See Aaron, God's anointed priest . . .
Thro' him the eye of faith describes
A greater Priest than he:
Thus JESUS pleads above the skies,
For you, my friends, and me. (22)

[El verdadero Arón — «Observad a Arón, el sacerdote ungido de Dios . . .
A través de él, el ojo de la fe
un sacerdote más elevado que él
Así Jesús clama sobre los cielos,
por vosotros, amigos mío, y por mí]

Y todavía, los tipos contenidos dentro de los Himnos Olney están íntimamente conectados con la Biblia. La imaginería bíblica resuena dentro de las obras maestras victorianas como en In Memoriam de Tennyson y por todos los poemas religiosos de Gerard Manley Hopkins. Al igual que Tennyson, Newton retrata imágenes específicas tales como la imagen de la mano dentro de varios contextos. En un himno, Newton transmite las cualidades de la mano como alimento,

Tis thus our gracious LORD provides,
Our comfort and our cares;/His own unerring hand provides,
And gives us each our shares" (18).

[Así nuestro Señor clemente colma
Nuestro descanso e inquietudes
Su propia mano infalible colma
Y nos da a cada uno lo que nos corresponde. [18]

En otro himno, la mano sirve como presagio de un peligro futuro:

Belshazzar...saw a hand upon the wall
(and trembled on his throne)
Which wrote his sudden dreadfull fall
In characters unknown. [84]

Belsasar . . . vio una mano sobre la muralla
(Y tembló en su trono)
Que escribió su caída repentina y horrorosa
En letras desconocidas» (18)]

Otra imagen significativa presente a lo largo de In Memoriam y las obras de Hopkins (específicamente su El naufragio del Deutschland) es la de un barco en una tormenta,

We may , like ships,
Be tempest tost
On perilous deeps
But cannot be loft:
Tho' Satan enrages,
The wind and the tide,
The promise engages,
The LORD wil provide. [40]

Podemos, como los barcos
Ser vapuleados por las tempestades
La promesa compromete
Y Dios cumplirá].

Y de nuevo en la página 131,

We like the disciples, are toss'd
By storms on a perilous deep;
But cannot be possibly lost,
For JESUS has charge of the ship;
Tho'billows and winds are enrag'd,
And threaten to make us their sport;
This pilot his word has engag'd
To bring us, in saftey, to port.

Nosotros como los discípulos, somos vapuleados
Por las tormentas, hundidos peligrosamente
Pero no nos perdemos
Porque Jesús maneja la nave
A pesar de que los oleajes y los vientos están embravecidos
Y amenazan con divertirse con nosotros
Este piloto ha comprometido su palabra
Para llevarnos, sanos y salvos, al puerto,]

La imagen de un barco sufriendo por primera vez el asedio de una tormenta antes de alcanzar aguas más tranquilas evoca tipos como Abel y Arón.

Aunque los libros segundo y tercero están cargados de imaginería tipológica como el libro primero, esto no significa que estén desprovistos de tales ejemplos. Además de su tono cristiano más didáctico y dogmático, con tales himnos titulados, «Sacramentos», «Una bienvenida a los amigos cristianos», «Amonestaciones», y «Para los pecadores», existen otros himnos saturados de tipología bíblica (biblical typology). El himno «La vara de Moisés» (página 182) continúa con una vena tipológica particularmente común (typological vein):

When Moses wav'd his mystic rod
What wonders foll'd while he spoke?
Firm as a wall the waters stood
Or gush'd in rivers from the rock.

Cuando Moisés ondeó su mística vara
¿Qué maravillas ocurrieron mientras hablaba?
Las aguas permanecieron firmes como una muralla
O manaron como ríos de la roca]

Aunque no fue muy diestro en la escritura, y a pesar de la popularidad de himnos tales como «Gracia extraordinaria», no se puede ignorar que Newman fue una fuente de imaginería tipológica y una referencia para sus contemporáneos y para los eruditos de hoy en día. Como admite él mismo en el prefacio de sus Himnos,

Si he agradado al Señor, a quien sirvo, hasta el punto de favorecerme con la mediocridad de mi talento, que puede cualificarme para ser útil con los débiles y con los pobres de su rebaño, sin apenas disfrazar a las personas de un discernimiento superior, tengo razones para estar satisfechoÉ Espero que la mayor parte de estos himnos, siendo el fruto y la expresión de mis propias experiencias, coincidan con las opiniones de los verdaderos cristianos de cualquier denominación.

Materiales en otros sitios Web relacionados con John Newman y los Himnos Olney


Modificado por última vez en 1997; traducido 2 de noviembre de 2010