[Tom Hart ha compartido generosamente con los lectores de la Web victoriana los materiales de su proyecto permanente, «Anti-Darwin: la oposición literaria y filosófica al Darwinismo» (Anti-Darwin: The Literary and Philosophical Opposition to Darwininism). Da la bienvenida a comentarios que se le pueden dirigir a tehart@aol.com. Traducción de Montserrat Martínez García revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]


¿Qué falla en el argumento de Paley? Considérese su método de inferir los atributos de Dios a partir de objetos existentes. ¿Qué hay de equivocado en el argumento?

Un objeto transmite una cantidad de información muy limitada sobre sí mismo. Si somos perceptivos, podemos deducir una determinada cantidad de información sobre el poseedor del objeto. Continuando con el ejemplo de Paley sobre el reloj, cuando el doctor Watson le pide a Sherlock Holmes que examine un reloj, Holmes es capaz de deducir que el reloj fue hecho para el padre de Watson, que después pasó al hermano mayor de Watson, que practicaba «hábitos desordenados» puesto que era un alcohólico que alternó periodos de pobreza y prosperidad y que su hermano murió. Estas, son sin embargo, marcas que se dejan sobre el objeto después de su manufactura y que no se refieren al fabricante del objeto.

¿Qué información se puede recoger de un reloj real? Considérese por ejemplo un reloj de muñeca. El reloj es un Omega y por tanto es de producción suiza. El cristal es de safiro, claro, sin marcas de la estrella de la gema y por lo tanto ha sido probablemente fabricado de modo artificial. Las horas se marcan mediante manecillas elevadas y los minutos mediante minuteros planos. Tiene un calendario que debe actualizarse manualmente cuando el mes tiene menos de 31 días. La correa está esmaltada en negro y en dorado. La tripa del mecanismo tiene un grabado de una ciudad y las palabras «DeVille» y «Quartz» grabadas. El revés de la caja se sujeta mediante cuatro tornillos que tienen un diámetro aproximado de uno o dos milímetros.

Sé que supuestamente el reloj se fabricó en Suiza. Que el mecanismo es de cuarzo y que por lo tanto requiere una batería. Que quien ha puesto los tornillos debe haber usado una lupa de joyero y que poseía un grado de destreza manual suficiente como para ser capaz de trabajar con objetos pequeños. No puedo sin embargo asegurar que el joyero que montó el reloj fuera el diseñador ni puedo asegurar que este mismo joyero o incluso el mismo fabricante hiciera las piezas individuales. Dado que el movimiento del cuarzo es una pieza de equipamiento electrónico, puede haber sido fabricado por alguien más de una compañía diferente especializada en electrónica. Puede haber sido fabricada por Siemens o incluso por la empresa eléctrica Nippon y suministrada a Omega. No puedo asegurar que el joyero que puso los tornillos en la caja haya hecho el grabado de la parte de atrás ni puedo asegurar que fuera grabado individualmente. Puede que una máquina haya sellado la parte de atrás de la caja o que el grabado haya sido hecho después de fabricar la caja sin adorno. Puede que diferentes personas hayan hecho las partes individuales y que posteriormente un único joyero las haya montado.

En cualquier objeto real puede haber una separación entre el diseñador y el artífice. Aplicado a la religión esto podría conducir a una variación del Agnosticismo en la cual una entidad diseñó el mundo y otra, subordinada a esta primera, lo creó verdaderamente. Podría haber una multiplicidad de diseñadores y de fabricantes. El reloj podría tener un diseñador para el movimiento de cuarzo y un diseñador que integre el movimiento dentro del mecanismo global de la maquinaria y otras cosas que conforman el reloj. Esto conduciría al politeísmo en el cual una entidad es responsable de la creación de parte del mundo y otra o multiplicidad de otras, son responsables del diseño y de la creación de otros. Tampoco es necesario que el diseñador del mecanismo general esté presente. Podría haber muerto y otros podrían seguir sus instrucciones con forma de anteproyectos o diagramas. Nada de esto desemboca en un descubrimiento de unidad con respecto al inventor del reloj.

Cuando Paley descubrió la unidad de Dios a partir de la similitud de «todos los grandes animales terrestres», ignoró convenientemente dos cosas, las numerosas diferencias entre las diversas especies y la preponderancia numérica de las especies no mamíferas. También, muy convenientemente, ignoró el dominio geográfico del medio ambiente marino. Las diferencias, si aceptamos el tipo de razonamiento de Paley, se podrían justificar fácilmente postulando una creación politeísta en la que una entidad creara a los mamíferos, otra a las cucarachas y a los insectos, otra a la vida marina y así sucesivamente. En otras palabras, no se puede utilizar a la creación para probar la unidad de Dios.

Cuando Paley afirma que la bondad de la deidad se basa en la naturaleza benéfica de la organización de las especies, toma algo que existe, le asigna un valor y después proyecta de nuevo ese valor al diseñador del objeto. Esto primero asume que las disposiciones de la naturaleza son benéficas pero este no tiene por qué ser necesariamente el caso. El nacimiento de un niño en la criatura humana por ejemplo sería más fácil si la estructura de la pelvis y la vagina fueran diferentes. Tampoco el grado limitado de rotación del hombro es beneficioso ni la estructura de las articulaciones y los tendones. El calcáneo o hueso del talón, por ejemplo, es proclive a desgarros diminutos a lo largo del tiempo que desembocan en un espolón o protusión del hueso que produce dolor. En otro ejemplo, la rótula encaja flexiblemente en la articulación en la que el fémur (hueso del muslo) y la tibia (hueso de la espinilla ) se encuentran. Está unida a ligamentos y tendones que pueden desgarrar las partes del cartílago de la rótula. El resultado, llamado condromalacia, o rodilla de corredor, es una condición dolorosa que puede inhibir la flexión de la rodilla. Paley tomó algo, la disposición de los órganos, el desarrollo del ojo, y le asignó el valor de «bueno». Una persona con un argumento opuesto podría tomar las mismas disposiciones, la relación inapropiada de la pelvis y de la vagina, la deficiencia del ojo, o su tendencia al astigmatismo, la degeneración de la mácula, la presbicia, y otras cosas, y al percibir su incapacidad, asignarle la etiqueta de «malo». Paley tomó sus percepciones y valoraciones del mundo existente y se las atribuyó a la deidad.

Recursos en línea

William Paley. Natural Theology; or, Evidences of the Existence and Attributes of the Deity (1802) [E-text online]

William Paley, Evidences of Christianity. new ed. London: W. Clowes and Sons, Stamford Street, 1851. Project Gutenberg e-text by Michael Madden.


Modificado por última vez el mayo de 1995; traducido el 30 de noviembre de 2010