[••• = solo en inglés. Traducción de Maya Zalbidea Paniagua. Edición de Asunción López-Varela. El diseño HTML y el formato de >George P. Landow.]

En este pasaje de Norte y Sur el contraste entre Helstone y Milton se percibe inmediatamente, entre el campo y la ciudad, la luz y la oscuridad:

Llegó la mañana de octubre, gélida y escalofriante; no era la mañana campestre de octubre, de brumas plateadas y los rayos de sol despejan realzando la espléndida belleza del colorido, sino la mañana de octubre en Milton, cuyas brumas plateadas eran densas nieblas y donde el sol sólo alumbraba las largas calles oscuras cuando conseguía atravesarlas y brillar. Margaret iba de un sitio a otro ayudando a Dixon en las tareas domésticas. Las lágrimas le nublaban los ojos continuamente, pero no tenía tiempo para entregarse al llanto. Su padre y su hermano contaban con ella. Mientras ellos daban rienda suelta a su dolor, ella tenía que trabajar, hacer planes, pensar detenidamente. Tuvo que ocuparse incluso de los preparativos necesarios para el entierro.

“Plateadas” y “rayos de sol” evocan brillo, imágenes relajantes de la vida en el campo. Las “densas nieblas” y “calles oscuras” se oponen a las palabras anteriores e imponen su propio tono.

Charlotte Brontë utiliza la misma técnica, aunque en una escala más alta, en Jane Eyre . "De acuerdo con R.B. Martin, Bronte consigue los efectos más hermosos con contrastes espeluznantes de iluminación y sombra, la luz incesante de un día racional contra las sombras amenazantes de los muertos de la noche.”(GPL, "Contraste melodramático en Jane Eyre ,"). Encontramos un ejemplo en el capítulo 23, la escena en la cual Rochester le propone matrimonio: “Era la hora más grata de las veinticuatro del día. Por Occidente, donde el sol acababa de desaparecer, se extendía ahora una espléndida mancha de púrpura, ardiente como el rubí o como la llama, surgiendo tras lo alto de la colina y extendiéndose más tenue a medida que se elevaba, hasta la mitad del cielo ( 132).

El capítulo comienza con esta imagen reconfortante de la tarde, pero unas horas después: “Estábamos en sombras y apenas podía ver el rostro de Rochester, a pesar de lo cerca que me hallaba de él...sonaba el trueno, los lívidos relámpagos y la lluvia que cayó a torrentes” (137). En este ejemplo, Brontë usa la técnica del “tiempo tormentoso” para anunciar que llega pronto a la vida de sus dos personajes principales. El hecho de que una tormenta violenta vaya seguida de una tarde tranquila aumenta el efecto de mal augurio. Del mismo modo, el contraste que muestra Gaskell entre la ciudad y el campo hace que Milton parezca aún más desapacible.

En la segunda mitad del pasaje citado arriba, Margaret lamenta la pérdida de su madre. Quiere sucumbir a la tristeza, llorar con libertad, pero reprime sus sentimientos porque debe servir a otros. Gaskell cree que el deber de la mujer con su familia (el deber de Margaret con su padre y hermano en este caso) está por encima de sus deseos y necesidades personales. Este tema de la responsabilidad hacia la familia, poniéndola por delante de los deseos personales, aparece también en Jane Eyre. La posición de Jane como maestra y su amistad con Rochester deben ser dejadas de lado cuando la tía Reed cae gravemente enferma. Algunas palabras de su tía son: “Trae a Jane Eyre: Quiero hablar con ella” (195), haciendo que se pase la vida esperando. Jane, como Margaret, deja sus emociones a un lado para estar al servicio de su familia.

Según Catherine Barnes Stevenson, el tema de la represión de los sentimientos debe acompañar la responsabilidad familiar y manifiesta una enorme represión o “silencio”. Que Margaret y Jane sacrifiquen sus propias emociones para hacerse cargo de los deberes de su familia parece el reflejo de la situación social de la época. Las mujeres trabajaban en las fábricas, escribían como autoras, e incluso en la literatura contemporánea (incluso en la que las mujeres son heroínas) no elegían discutir estos roles femeninos alternativos.


Traducido el 24 de decembre de 2013