Para George Eliot, la novela no era un mero vehículo para el entretenimiento, sino un medio para comprender mejor la naturaleza humana. En 1897, Oscar Wilde afirmaba que al igual que George Meredith, “George Eliot es la encarnación de filosofía en la ficción” [“she is the embodiment of philosophy in fiction”]. Virginia Wolfe también caracterizó a Middlemarch como“una de las pocas novelas inglesas para gente adulta” [“one of the few English novels for grown-up people”]. Mary Ann Evans tenía doce años en el momento del proyecto de ley de la Gran Reforma (Great Reform Bill) (1832), que posteriormente se convertiría el contexto histórico en el cual se enmarca Middlemarch.

Mary Ann Evans, nacida en 1819 en Arbory Park, Astley ("Griff") cerca de Coventry, era la hija de Robert Evans, un agente inmobiliario de Warwickshire que trabajaba para el Conde de Lonsdale y que inspiraría personajes como el hacendado Adán Bede (que fue el apodo de Charles Dickens para la novelista a partir de 1859). De su anterior matrimonio Evans tenía a una hija y un hijo mayor. Tras la muerte de su madre en 1836, Mary Ann se convirtió en la �nica mujer en la casa, y así, el ama de la casa de su padre. Conservador tanto política como socialmente, Robert Evans abogó por la conformidad religiosa para Mary Ann, alejando todo pensamiento disidente, aunque él no fuera particularmente religioso. Debido a la influencia de su maestra, Mary Ann fue durante un tiempo una entusiasta seguidora de la Doctrina Evangélica de Jean Calvino el Electo. La tía materna de Mary Ann era Metodista y proyectaba su creencia en las buenas acciones, una doctrina de salvación personal que contradecía al Calvinismo. Cuando su padre se jubila en 1841, su hermano Isaac se queda con el negocio familiar y ella y su padre se mudan a una casa en Coventry. Es allí donde ella se afilió a un grupo de intelectuales, entre ellos Charles Bray, que estaban haciendo un estudio histórico de la Biblia. Bajo la influencia de este grupo y a través de su propia lectura, Mary Ann se fue volviendo cada vez más y más escéptica desde el punto de vista religioso. A raíz de negarse a asistir regularmente a la Iglesia anglicana comienza un periodo de tensiones y conflictos con su padre. Sin embargo, después de un tiempo accedió a las demandas de su padre y cuidó de él y de su casa hasta la muerte de éste en 1849. Teniendo ya treinta años, se consideraba que ya se le había pasado hace tiempo la edad para el matrimonio. A voluntad de su padre, recibía una cantidad anual de 100�, lo cual le proporcionaba una cierta independencia económica. Su escepticismo religioso fue poco a poco atenuándose con el paso del tiempo, sobre todo al reconocer que su padre era demasiado viejo para cambiar su punto de vista y sus creencias. A partir de la década de 1840, comenzó a desarrollar empatía y compasión hacia cualquier religión que pudiese ofrecer consuelo para las penas humanas.

En 1850, viaja al Continente Europeo por primera vez en la compañía de los Brays; a su vuelta a Inglaterra, comenzó a escribir para el prestigioso Westminster Review, convirtiéndose en redactora ayudante en 1851. Miembro del círculo literario de Londres que incluía a Herbert Spencer y George Henry Lewes, tradujo del alemán La esencia del cristianismode Feuerbach (1854) - el �nico libro que lleva su verdadero nombre. Aproximadamente en esta época, comienza una relación con su redactor, Henry Lewes, cuya esposa le había abandonado a él y a sus tres niños por un amante. A pesar de la oposición de amigos y familiares, se convirtieron en pareja de hecho. El rechazo que sufrió y la oposición que vivió a raíz de su irse a vivir con Lewes queda reflejado en su novela El molino junto al floss (The Mill on the Floss) (1860). Desde el principio, Lewes simpatizó profundamente con sus luchas personales, intelectuales, y artísticas. De hecho, él fue la primera persona le animó a escribir su primera novela de ficción: Scenes from Clerical Life [Escenas de una vida clerical], seriada en Blackwood's Magazine (1857). Él le proporcionó material, y editó su trabajo. Él era 'un Positivista' — un seguidor de la filosofía de Augusto Comte, quién había teorizado sobre la existencia tres periodos filosóficos (el animista, el metafísico y positivista = la verdad que resulta de la observación de los hechos). La enorme polaridad que alcanzó de Adam Bede [Adán Bede] (1859) anunciaba el nacimiento de un nuevo autor lleno de un enorme potencial.

Sus críticas perspicaces y astutas hacia Austen y Dickens se asemejan al pensamiento crítico moderno. Al mismo tiempo, sus inclinaciones literarias incluían la apreciación de la bondad, la percepción de la realidad, y la precisión de la expresión (tanto para ella como para su lector/a). Admiraba el estilo simple, y sencillo de los pintores flamencos tempranos, como el Breughel, un gusto que se reflejaba en escenas interiores 'holandesas' tales como la cena de cosecha en Adam Bede [Adán Bede]. Capítulo 17, en el cual ella alaba los trabajos de los maestros de holandeses del siglo diecisiete. Por otro lado, atacó convenciones literarias tales como la delineación de los personajes, el estilo de la narración, tramas y argumentos estereotipados, así como el uso de escenarios y localizaciones como un mero telón de fondo. Adam Bede refleja su creencia de que el arte debe ser modelado en la vida real, y no a través de otras obras de arte. Para Eliot, la felicidad es la recompensa que nos da la vida por la tolerancia, la compasión, y el entendimiento (como lo es para sus personajes Dinah Morris y Adam), y por el contario, la ambición desorbitada, la indeferencia ante el bienestar de los demás, y la avaricia, no pueden traer consigo la felicidad. A través de sus historias y sus personajes, Eliot predica el peligro que encierra para el espíritu de las personas los trabajos orientados sólo a la autosatisfacción personal — ya que esto impide aprender de la experiencia y desarrollar la personalidad. En sus historias Eliot estudia el impacto del entorno en las personas, incluyendo el entorno social; por consiguiente, ella se esfuerza en reflejar el entorno de la manera más realista y creíble posible a través de una narración cargada de detalles y del uso de dialectos por parte de sus personajes.


George Eliot

modificado 18 febrero 2001; traducido 27 enero 2010