[Traducción de Sandra del Peso, revisada por Montserrat Martínez García y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow. En los títulos de las obras no traducidas al castellano, la traductora indica entre paréntesis que la traducción de los mismos es obra suya. En caso contrario, la traductora se basa en las traducciones ya disponibles que figuran en el registro ISBN. Del mismo modo, en lo referente a las citas literarias, la traductora indica las traducciones disponibles en castellano. Aquellos casos en los que no se hace referencia a ninguna traducción previa, aluden a la labor traductora de Sandra del Peso. Se incluye una lista de obras traducidas al castellano.

Un día de diciembre de 2001, cuando Philip V. Allingham visitaba Singapur como miembro de la Victorian Web, hablábamos de la posibilidad de que él creara parte del contenido sobre Sir Walter Scott. En medio de nuestra conversación, saque a coalición la pregunta ya formulada cuatro décadas atrás por Robert Preyer durante su seminario como graduado en la universidad Brandeis: «¿Qué vio el público victoriano en Sir Walter Scott?» ¿Por qué fueron tan importantes sus novelas y poemas durante los años de la época victoriana? En resumen, ¿por qué el público victoriano amaba a Scott? ¿Por qué, además, su popularidad continuo hasta bien entrado el siglo veinte? Sé que mi padre, que nació en 1909, en sus últimos años era capaz todavía de recitar pasajes de Marmion que le habían hecho memorizar en la escuela primaria y secundaria, y mi esposa y yo, que asistimos a la escuela secundaria durante los años 1950, nos acordamos de haber leído Ivanhoe .

Algunas de las razones de la tremenda atracción que provoco Scott en los lectores victorianos y en los posteriores, como Philip indica, deriva en parte del «enorme saber del autor escocés así como de su imaginativo manejo de los personajes, argumentos y ambientes» «La absoluta erudición de Scott, que era tan altamente convincente, su dominio de una gran variedad de dialectos dentro del inglés hablado, y un infalible sentido del uso del inglés formal» todo ello contribuye a su fama durante la época victoriana. Podemos encontrar una respuesta más significativa a nuestra simple pregunta, en la observación de Philip, acerca de que la historia de La viuda de las Tierras Altas (The Highland Widow) presenta

un fundamental contraste entre el nostálgico anhelo por recuperar un pasado heroico y romántico y la obligación que tiene Escocia, como algo necesario para su futuro, de aceptar el respeto inglés hacia el cumplimiento de la ley. El conflicto entre estos rasgos nacionales, como en muchas de las sus novelas, es motivo de tragedia. El orgullo nacional profundamente arraigado, la fuerte independencia e individualismo, y la heroica determinación del habitante de las Tierras Altas caen ante el disciplinado poder de los ingleses.

En otras palabras, los victorianos amaban a Scott no sólo porque él era un maravilloso narrador sino también porque él les acerco al romance, al exotismo, y a la aventura, pero asegurándoles que la disciplinada conducta de la clase media inglesa — su conducta — era la conducta del futuro. Los escenarios históricos de Scott, su eficaz uso del dialecto, y la trama, a menudo trágica, presentaban una inocente e inofensiva indulgencia dentro de la aventura y el romance. A diferencia de Pugin, Carlyle y Ruskin, que usaron la Edad Media como medio para atacar la sociedad contemporánea y sus creencias, Scott permitió que los Victorianos se saliesen con la suya (N. de. T.: had their cake and eat it) Al igual que El señor de los anillos (The Lord of the Rings) de Tolkien, sus libros permitieron a los lectores penetrar en fantásticos mundos desaparecidos, los cuales, ya no se amoldan a la vida actual. Por lo tanto, cuando Philip también apunta:

Para aquellos de inclinación liberal y progresista, como Dickens o Macaulay, las Waverley Novels de Scott mostraban el inevitable triunfo del inglés capitalista, de la clase media, de la democracia representativa, la monarquía constitucional, el racionalismo científico, y la tecnología industrial. El propio Scott, como podrá apreciar fácilmente todo aquel que haya leído La viuda de las Tierras Altas (The Highland Widow) y Los dos boyeros The Two Boyers , se mostraba un tanto indeciso a cerca de si Escocia necesitaba ser incorporada por Inglaterra bajo el estandarte del «Reino Unido de Gran Bretaña" o no.

Se puede ver parte de esa indecisión en el hecho de que Scott «establece la idea de que las principales historias románticas deberían narrarse en inglés estándar mejor que en dialecto». Pero, uno asume, que el lector victoriano habría esperado ya esta característica, y ve esto como otro ejemplo de como Scott aseguraba a los lectores ingleses que su moderna conducta sería la tendencia imperante en el presente y en el futuro.


Victorian Overview Sir Walter Scott

Última modificación diciembre 2001; traducido 29 diciembre 2010