¿Qué ocurre con las novelas victorianas que no giran en torno al alcoholismo, escritas por autores que no crecieron en tales familias? El alcoholismo no destaca tanto en Grandes esperanzas (Great Expectations) por ejemplo, pero el comienzo arquetípico victoriano apunta al modo en el que muchas novelas de la época apelaban especialmente a aquellos lectores que buscaban familias más “saludables”. Las primeras palabras “la familia de mi padre” anuncian la preocupación de Pip por encontrar una familia. En este sentido, es sin duda un protolector, representativo de muchos de los lectores victorianos que vivían en familias “normales” pero aún así se sentían huérfanos. Un crítico de los sistemas familiares demostraría fácilmente que, como Cumbres borrascosas (Wuthering Heights) y muchas otras novelas victorianas,Grandes esperanzas (Great Expectations) es una ilustración perfecta de la transmisión transgeneracional de los abusos y los comportamientos rígidos. Nos enteramos de que el padre alcohólico del padrastro de Pip, Joe, pegaba tanto a Joe como a su madre. En calidad de lo que hoy llamaríamos el “niño-héroe” — el mayor — Joe trata de proteger a sus hermanos. Tiene que sacrificar su infancia y trabajar para mantener a su familia porque su padre alcohólico no lo hace. No sorprende que Joe acepte los abusos verbales y físicos de su mujer y que quiera asumir todos los abusos para proteger a Pip. Realmente, podría haber elegido a su mujer para aceptar el castigo que su padre debería haber recibido de su madre. En cualquier caso, Mrs. Joe tenía la clase de personalidad adictiva a la que él estaba acostumbrado: una adicta a la rabia (como Catherine I en Cumbres borrascosas (Wuthering Heights) ), obsesionada con controlar su casa y a todos sus integrantes. Pip, por supuesto, toma a Joe como modelo conductual y acepta los abusos verbales y físicos de Mrs. Joe quien afirma que él nunca debería haber nacido y desea que estuviera muerto. De hecho, Pip se convierte en el chivo expiatorio de todo su sistema familiar.

De ahí que no nos sorprenda que “se enamore” de Estella y que acepte su trato sádico. Nos enteramos de que Estella se comporta así porque lo aprendió de la generación previa (su figura materna, Miss Havisham, la utilizó para vengarse del daño que le hicieron a ella). Como ilustración de la regla básica terapeútica, “Recupérate o repite”, Estella se casa posteriormente con un hombre que abusa físicamente de ella. Actualmente, podríamos denominar el amor de Pip por Estella (como el amor de Heathcliff y Catherine) una adicción y/o parodia del amor cortés, aunque algunos victorianos lo habrían llamado idolatría. Para Pip, se trataba de una adicción alimentada por su nueva reconocida vergüenza, “tan agudo aquel dolor para el que no tenía nombre” (117). Intenta llenar lo que llamaríamos el vacío de su alma con otra persona, una solución que si no funciona con un santo, mucho menos con un sádico: “Su desprecio hacia mí era tan grande que se hizo infeccioso y yo me contagié.” (115) pero él quería verla una y otra vez. Como “compensación” por su vergüenza, pronto se identifica con la “familia”extraordinariamente disfuncional de ella y adopta la visión de Estella sobre Joe y una postura de “reticencia agresiva” o mentira. Ni que decir tiene, el secretismo invade estas familias. Crece firmemente en Pip, especialmente debido a su conexión furtiva con una figura paterna alternativa, Magwitch, hasta que “el secreto era ya tan antiguo, se había convertido en parte tan absoluta de mí mismo, que no podía separarme de él.” (167). La popularidad de esta novela se debe en parte a la eficacia con la que estos patrones encajaron con aquellos de los hologramas familiares de muchos lectores.

Afortunadamente, la ejemplificación de la compatibilidad extraordinaria de estas novelas con la teoría de los sistemas familiares estimulará a los críticos a descubrir cómo esta teoría es la única cualificada a la hora de revelar la dinámica familiar no sólo en gran parte del arte producido durante la era por excelencia de la familia — la Inglaterra victoriana — sino en muchas otras obras literarias también.






Modificado por última vez el 25 de noviembre de 2004; traducido diciembre 27 febrero 2010