[Traducción de Xiana Sotelo revisada por Asun L�pez-Varela revisada y editada por Asun López-Varela. El diseño HTML, el formato, y los enlaces de George P. Landow.]

ary Elizabeth Coleridge nació en Londres, Inglaterra, el 23 de Septiembre de 1861. Su tataratío era el poeta romántico, Samuel Taylor Coleridge (1722-1834), y su tía abuela era Sara Coleridge (1802-1852), autora de Phantasmion (1837). El padre de Mary, Arthur Duke Coleridge fue uno de los principales motores tras la formación del London Bach Choir en 1875. Arthur fue un tenor con talento, e incluso consideró hacer carrera como cantante de ópera. Sin embargo, rechazó esta ocupación como profesión a tiempo completo por principios morales, y, en lugar de cantante, se convirtió en funcionario de los Assizes1, desempeñando su trabajo en la zona de las Midlands durante cincuenta y cuatro años. No obstante, había mucha madera de actor en Arthur Coleridge, lo cual queda de manifiesto en el vívido retrato del cabeza de familia de los Coleridge que Theresa Whistler dibuja en su colección de poemas de Mary Coleridge (1954). En sus propias palabras; “Arthur era una figura genial y magnífica, con un rostro que encajaría bien en una moneda romana, con la sacudida de su grisáceo pelo asomando por encima de su amplia frente [ . . . ]” (26)

Royal College of Music. Click on thumbnail for larger image.

La madre de Mary, Mary Anne Jameson, era miembro de los Jameson, famosos por el whisky Jameson. Además era prima de Guillermo Marconi, conocido por inventar la antena oscilante, que permitió las primeras retrasmisiones inalámbricas entre Inglaterra y Canadá en 1901. El matrimonio de Mary Anne con Arthur tuvo lugar en Galway, en agosto de 1860. Poco después, se mudaron a Londres. Mary nació al año siguiente, al igual que su hija pequeña, Florence, que nació el 29 de Junio de 1865. Florence estaba dotada para la música, un talento heredado de sus padres. Durante un breve periodo de tiempo, asistió a la Real Academia de la Música, situada cerca de la casa de los Coleridge, en Kensington. Mary y Florence eran extremadamente diferentes en lo que respecta a sus caracteres, pero permanecieron unidas hasta la temprana muerte de Mary.

La familia Coleridge estaba muy bien conectada socialmente. De hecho, la puerta de su casa podía abrirse varias veces a la semana a Alfred, Lord Tennyson, Robert Browing, a los artistas Holman Hunt y Sir John Everett Millais. Asimismo, a veces podía ser la actriz Fanny Kemble la que les hiciera una visita, o incluso la cantante Jenny Lind, acompañada de su marido, el conductor Otto Goldschmidt. En su colección de ensayos Non Sequitur (1900), Mary describe sus sentimientos cuando vio por primera vez a Robert Browing entrar por la puerta principal de su casa: “Debería gustarme pensar en otra chica — tan alegre, tan llena de audaz ambición y no tan tímida [. . . ] Espero que ella vea entrar al mejor hombre del mundo, como yo vi a Robert Browing entrar por la puerta una noche, con su sombrero bajo el brazo” (201).

Mary era una muchacha tímida, con miedo a la oscuridad y sus sombras. Sin embargo, tenía una mente naturalmente curiosa. Con doce años, empezó a fascinarle la forma de la escritura hebrea y le pidió a su padre que le enseñara esa lengua. Rápidamente, Mary adquirió fluidez en hebrero, así como en francés, alemán e italiano. Pasados los veinte años, Mary podía leer griego bajo la tutela de William Cory, quien había sido director de Eton cuando su padre estudió allí.

No obstante, fue la literatura, y en concreto la obra de Browing, la que se apoderó de Mary Coleridge desde que era pequeña. Tras leer “En el balcón”, Mary escribió: “Creo que me llegó hasta la médula” (Coleridge, Antología de poemas, 31). A finales de 1880, Mary y un grupo de amigos comenzaron a encontrarse semanalmente en su casa en Cromwell Place, Londres. Allí debatían sobre literatura y leían sus poemas y composiciones. Se dieron a conocer como “The Settee”. Así, cada jueves se unirían a Mary personalidades como Ella Coltman, Margaret Newbolt y su marido Henry Newbolt (quien más tarde compuso los poemas El tambor de Drake5 y Vitae Lampada). En una de estas reuniones Mary leyó en público por primera vez siete de sus propios poemas. Tras escucharlos, Newbolt señaló: “Ningún presentimiento me hizo pensar en un regalo como éste, y estos pobres versos míos se han jubilado desde entonces” (Newbolt, Mi mundo en mi tiempo, 179)

La obra de Mary Coleridge se publicó desde principios de 1880, cuando comenzó a escribir, bajo un pseudónimo literario, críticas dramáticas y ensayos para la publicación El teatro.6 Uno de sus primeros trabajos publicados para esta revista fue un ensayo con el título de “A su excelencia, la Duquesa” en 1884. Mary también produjo algunos artículos para el suplemento literario del Times, además de relatos breves y ensayos para revistas como The Cornhill. Sin embargo, las publicaciones literarias más importantes de Mary llegaron a finales de 1890. En 1893, su primera novela, Las siete durmientes del �feso,7 fue publicada por Chatto & Windus. Ambientada en Alemania, narra una oscura historia de sociedades secretas, rebelión literaria con toques de novela romántica, identidades ocultas y hermandades. Las siete durmientes pusieron los cimientos para las futuras novelas de Mary, haciendo énfasis en identidades secretas e intercambiables. Esta novela fue bien recibida e incluso fue alabada por Robert Louis Stevenson.

La publicación de los poemas de Mary llegó cuando un amigo aventuró que serían leídos por una audiencia más amplia. Violet Hodgkin, casada con el poeta Robert Bridges, se ocupó de que el pequeño libro blanco de poemas que Mary había trascrito para ella se dejara en donde Bridges pudiera verlo, sabiendo de antemano que él sería incapaz de resistirse a dar una opinión. �l así lo hizo y acto seguido insistió en conocer a Mary para darle algunos consejos antes de publicar la pequeña colección. Mary, reacia al principio, accedió finalmente a publicar la colección, pero sólo si se hacía bajo un pseudónimo literario. La autora eligió “Anodos”, lo cual significa “Errante”, el nombre que recibe el héroe en la novela de George MacDonald de 1858, Phantastes. Bridges advirtió a Mary de que realizaría cambios en la mayoría de sus poemas, pero, a pesar de la poca seguridad en sí misma, la autora sólo aceptó aquellos cambios que, según ella, mejorarían su obra. Los seguidores de la fantasía fue publicada de forma particular por Daniel Press en 1896. En 1897, varios de sus poemas fueron re-impresos junto con algunas obras no conocidas hasta entonces en La recompensa de la fantasía.

La segunda novela de Mary, El rey de dos caras también fue publicada en 1897. Supuso un éxito inmediato y embolsó 900 para Mary en derechos de autor. La novela se centraba en la vida y la muerte del controvertido rey Gustavo de Suecia, que reinó entre 1792 y 1809. Se trata de una historia repleta de elementos de mascaradas e imaginería teatral. Del mismo modo, si se lee entre líneas, a lo largo de la historia se encuentra también un indicio homoerótico. Coleridge recibió influencias de la obra de Sir Walter Scott, por lo que sus tres primeras novelas siguen considerablemente el estilo del escocés en cuanto a sus relatos de aventuras históricas. Ardiente amanecer fue el último ejemplo de este tipo. De nuevo, esta obra cuenta con una figura histórica y real como principal protagonista, haciéndose énfasis en la rebelión acaecida en Francia en 1832, dirigida por Carolina, Duquesa de Berry (1798-1890).

La cuarta novela de Coleridge, La sombra en la pared, se publicó en 1904 e imita la novela de Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray (1890). Asesinatos, misterio, arte y persecución homoerótica se agrupan en esta en ocasiones pícara réplica de Wilde. En 1900, Coleridge escribió su colección de ensayos, Non Sequitur, una recopilación fascinante de reminiscencias personales y diversas visiones sobre arte y literatura. Incluso en la actualidad, estos ensayos rebosan ingenio y humor. En 1906, La doncella de la planta del salón se convirtió en la última novela publicada de Coleridge. �sta supone un gentil cuento de dos amantes que jurar encontrarse de nuevo tras ser separados durante muchos años.

En 1907, Coleridge continuó escribiendo poesía y trabajando en un romance medieval, que tituló Becq. A la vez, escribía una corta biografía del artista Holman Hunt tras la petición personal que él mismo le hizo. Durante el verano de 1907, y a pesar de que a Mary no le gustaba, los Coleridge viajaron a Harrogate (norte de Inglaterra) para pasar sus vacaciones. En su estancia allí, Mary cayó enferma de apendicitis. Poco después, tuvo que ser operada para extirparle el apéndice. Desgraciadamente, Mary contrajo septicemia14 y murió el 25 de agosto de 1907. A pesar de no ser usual en aquella época, nuestra autora fue incinerada y sus cenizas fueron enterradas en el cementerio situado a la vuelta de la esquina del lugar en el que Mary murió. Su tumba puede encontrarse allí en la actualidad. En ella aparecen inscritas las fechas correspondientes a su periplo vital, así como una breve cita de San Pablo, la cual simplemente reza “Puro amor”.

Bibliografías

Coleridge, Mary. >The Collected Poems of Mary Coleridge. Londres, Rupert Hart-Davis, 1954.

Coleridge, Mary. Non Sequitur. Londres, J. Nisbet, 1900.

Newbolt, Henry. My World as in My Time. Londres, Faber and Faber, 1932.


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Modificada por última vez 15 de marzo 2010; traducido julio 2010